Anorgasmia

 
Publicado por Irene Bedmar
¿Qué es?

 

 

La anorgasmia es una dificultad (ojo, no incapacidad) con que se encuentran muchas personas a la hora de alcanzar la fase de orgasmo de su respuesta sexual.

En el pasado, se empleaba frecuentemente la palabra frigidez para hacer referencia a este y otros problemas sexuales femeninos. La ignorancia de la diversidad y complejidad de los problemas sexuales (tanto femeninos como masculinos) llevaba a este tipo de etiquetas fáciles.

Sin embargo, afortunadamente la comunidad científica poco a poco va desechando este tipo de palabras por su claro matiz despectivo (con las consecuencias que esto conlleva, como la estigmatización de las personas afectadas) y por lo poco eficaces que resultan a la hora de conocer, describir y solucionar mejor estos problemas que tanto sufrimiento pueden llegar a causar.

 

¿Por qué se caracteriza?

 

La anorgasmia puede producirse incluso tras una intensa fase de excitación; es decir, no presupone la existencia de problemas fisiológicos u orgánicos ni tiene por qué afectar a otras fases de la respuesta sexual femenina.

Los elementos que intervienen en el mantenimiento de esta dificultad pueden ser muy variados, aunque en una inmensa mayoría de los casos, aparecen factores como:

 

  • Educación sexual inexistente o demasiado represiva.
  • Falta de un aprendizaje adecuado: es decir, puede existir desinformación acerca de la forma de estimulación sexual más adecuada para alcanzar un orgasmo.
  • Desconocimiento de la anatomía sexual.
  • Presencia de mitos o falsas creencias: “existen dos tipos de orgasmo: vaginal y clitoriano”, “la mujer sólo puede alcanzar el orgasmo mediante el coito”…
  • Falta o mala calidad de la comunicación sexual en la pareja, etc.

 

¿A quién afecta?

 

La anorgasmia afecta tanto a mujeres como a hombres.

En Sexología Clínica, nos consta que este problema es especialmente frecuente en la mujer, generalmente condicionada por factores educativos y socioculturales. Sin embargo, la ausencia de orgasmo se manifiesta también en el hombre, aunque de diferente modo.

El elemento común en ambos casos es, -por decirlo en términos sencillos-, un bloqueo en la fase de orgasmo de la respuesta sexual. En cualquier caso, es necesaria una evaluación personalizada de cada caso antes de darle solución.

 

¿A qué se debe?

 

Se ha demostrado científicamente que sólo un 5% de las causas de la anorgasmia femenina corresponde a problemas orgánicos, lo que significa que el 95% restante es debido a otros factores, especialmente los psicológicos, educativos, emocionales y socioculturales.

En este tipo de problemas puede aparecer un factor común con muchos problemas sexuales masculinos y femeninos: la ansiedad generada por una excesiva autoexigencia, así como otros posibles elementos como el miedo a no estar a la altura o a no resultar lo suficientemente atractivo/a para la pareja, el temor a perder el control (especialmente frecuente en la mujer), un represivo sentimiento de culpa, etc.

Otra posible causa es la producida por una estimulación inadecuada en intensidad, duración, forma, etc.

 

¿Tiene solución?

 

Por supuesto, existe solución para estos problemas desde la terapia sexual. Tras una evaluación adecuada del caso, el tratamiento pasa por establecer un plan terapéutico que incluya un doble trabajo a nivel cognitivo-emocional y a nivel físico-erótico. Esto implica el aprendizaje guiado de aquellas técnicas que resultan más adecuadas para la consecución del orgasmo. Todo ello debe realizarse de un modo personal, único y completamente adaptado a las circunstancias, preferencias y necesidades de cada persona o pareja.

Acerca de

Soy Irene Bedmar, psicóloga y sexóloga clínica. Te invito a conocer mi actividad profesional como psicóloga y terapeuta sexual, así como a leer apasionantes artículos de psicología y sexualidad en mi blog y conocer mi contribución a la divulgación científica en los medios.