El sexo en publicidad y marketing: ¿por qué no todo vale?

 
Publicado por Irene Bedmar

Publicidad «requetemaja»

 

Diría que hoy me ha sorprendido ver este anuncio, pero la verdad es que no:

 

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Soy Licenciada en Psicología y especialista en Sexología Clínica. En el máster tratamos muy a fondo el tema de los mensajes sociales transmitidos con relación al sexo y de sus consecuencias en la vida de las personas: hombres y mujeres de diferentes edades.

 

Admito que mi especialidad no es el Marketing, pero estudié sus bases en la carrera, tengo algunas nociones y el tema me apasiona tanto que en los últimos años vengo leyendo todo cuanto puedo al respecto y estando -de un modo u otro- muy en contacto con personas que pertenecen a este sector.

 

No voy a hablar de leyes reguladoras de la publicidad ni de sexismo, (tampoco ahora del daño psicoemocional en adolescentes), sino de inteligencia creativa y de la necesidad de cuidar muchísimo más el tipo de mensajes sociales que se transmiten, en este caso, desde el sector publicitario.

 

Ante este anuncio, uno/a tiene la opción de, sencillamente, reír la «gracia» (guau, un juego de palabras y culos, ¡¡yupi!!) y hacer como si nada. Sin embargo, pienso que en España ya llevamos un larguísimo historial de «genialidades publicitarias» en esta línea y me parece que ya está bien y que, si de verdad queremos que las mentalidades vayan cambiando, hay que empezar por admitir humildemente los errores [ya que parece que, en ocasiones, el interés económico o la mera falta de ideas «trastocan» el córtex prefrontal hasta impedir ver las consecuencias sociales de ciertas decisiones: funciones de la corteza prefrontal del cerebro].

 

Seguramente muchos/as de vosotros/as estaréis pensando que estoy en desacuerdo con  este anuncio por el machismo que, de hecho, lleva implícito (o más bien, bastante explícito). No puedo negar que, como mujer, una parte de mí se siente «agotada» de este tipo de publicidad.

 

Sin embargo, como ser humano con cierta capacidad cognitiva lo que realmente me desagrada de este anuncio no es tanto eso como su «brillantez». (La selección de este anuncio es algo simbólico, podría haber escogido cualquier otro en la misma línea, no tengo nada contra el equipo de hombres y mujeres que lo han ideado, pero es que se supone que se dedican profesionalmente a esto…).

 

Pero voy a dejar el sarcasmo, porque no se trata de que me quede bien escribir esto, sino de que mi mensaje se comprenda perfectamente y es el siguiente:

 

En España contamos con excelentes y auténticos genios expertos en publicidad y marketing. (Y aquí sí que hablo sin ironía porque conozco personalmente a mujeres y hombres que se sobresalen en ello, algunos/as de ellos/as en destacadas empresas).

 

Para quienes no entiendan mucho de esto -aunque ya lo habréis comprobado por vosotros/as mismos/as- en publicidad existen varios tipos de recursos básicos que ayudan a cumplir el objetivo final. Los más empleados son: racionales, emotivos, humorísticos, musicales, los que emplean el miedo… Suelen ser una apuesta segura, porque llegan a las emociones más básicas del ser humano, pero ojo: un mal uso de dichos recursos puede tener, en mi humilde opinión, consecuencias sociales nefastas.

(Por otra parte, creo que el Neuromarketing -que ha supuesto una auténtica revolución en el conocimiento del impacto cerebral y emocional de la publicidad- debería siempre emplearse siguiendo una cierta ética).

 

Pero, al igual que en otros, en este sector también existe un «lado oscuro de la fuerza», que para mí son aquellas personas que (imagino que con toda su buena intención y creyendo que hacen un excepcional trabajo), en un insulto a la inteligencia creativa, hacen mal uso del humor y del erotismo como recursos publicitarios para sus campañas.

 

En otras palabras: la primera idea del brainstorming no tiene por qué ser la más graciosa. Cuando, además, añadimos el delicado componente sexual a la ecuación, el riesgo de obtener un resultado «erróneo» es mucho mayor… ¿por qué ? Porque, sencillamente, no todo vale.

 

A buen entendedor…

Acerca de

Soy Irene Bedmar, psicóloga y sexóloga clínica. Te invito a conocer mi actividad profesional como psicóloga y terapeuta sexual, así como a leer apasionantes artículos de psicología y sexualidad en mi blog y conocer mi contribución a la divulgación científica en los medios.

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