Actividad sexual durante el embarazo

 
Publicado por Irene Bedmar

Este artículo (publicación original del 8/9/2015 en el blog de Matterna) corresponde a mi colaboración con MATTERNA, una empresa con un excelente equipo profesional dedicada a la promoción de la salud y el bienestar de la mujer, principalmente durante su etapa sexual y reproductiva. En este artículo, aclaro muchas cuestiones que suelen estar confusas con respecto al tema de la sexualidad durante el embarazo. ¡Espero que os resulte útil! Haz clic aquí para leer el artículo completo desde el blog de Matterna.

(Foto original: Jim Liaw).


logomatterna

Aunque pueda parecer increíble, para la mayor parte de las parejas, la feliz noticia de la llegada de un bebé va a suponer un brusco declive en su vida sexual. Pero… ¿por qué se produce esto? ¿miedos? ¿tabúes? ¿disminución del deseo sexual? Actualmente sabemos que el embarazo no tiene por qué suponer el fin de la vida sexual de una mujer sin embargo, todavía existen muchos mitos alrededor de este aspecto. Con el fin de poner un poco de luz sobre estas sombras, en Matterna hemos invitado a una psicóloga y sexóloga clínica experta en la materia, Irene Bedmar, que nos ofrece un interesante artículo sobre la actividad sexual durante el embarazo. Esperamos que os guste.


Deseo sexual y embarazo

Podemos definir el deseo sexual (o libido) como el impulso o necesidad del ser humano hacia la actividad sexual individual o compartida. Durante el embarazo,  diversos factores determinan el deseo sexual de las mujeres: autoestima, salud física y mental, bienestar emocional…

Pero sin duda, el factor hormonal desempeña un papel esencial través de dos hormonas principalmente: los estrógenos y la progesterona.

Los estrógenos son los responsables de los principales cambios físicos del embarazo. 

La progesterona –«hormona del embarazo»- actúa de manera vital en el desarrollo embrionario. 

Ambas actúan de forma coordinada buscando el equilibrio necesario para el óptimo desarrollo del embrión.

Generalmente, los niveles de ambas hormonas oscilan a lo largo de todo el embarazo, por lo que es muy frecuente que la mujer embarazada experimente cambios significativos en su nivel de deseo sexual. Muchas mujeres embarazadas sienten un intenso aumento de su libido en determinadas etapas del embarazo; esto es completamente normal y se debe precisamente al incremento en el nivel de dichas hormonas. Por esta misma razón, también cabe esperar bajadas significativas en el deseo sexual femenino. En cualquiera de los dos casos, dichas fluctuaciones (de por sí) no deben ser motivo de preocupación, ya que forman parte del proceso natural del embarazo.

Mitos sobre el sexo en el embarazo

Tendemos a pensar en las relaciones sexuales y el embarazo como mutuamente excluyentes. Sin embargo, basta conocer este tema un poco más a fondo para comprobar que partimos de mitos o creencias erróneas, como por ejemplo:

1. El sexo en el embarazo puede dañar al bebé

Una de los mitos/tabúes más frecuentes (sobre todo por parte de los futuros papás) es si el sexo con penetración (coito) puede hacerle daño al bebé. Pues bien, debemos aclarar que esto es prácticamente imposible por diversas razones. Durante las relaciones con penetración, el pene del hombre no llega a alcanzar directamente el bebé. En el embarazo, el feto está perfectamente protegido por el saco y el líquido amniótico, por un tapón mucoso en el interior del cuello del útero así como por los propios músculos de la pelvis y del útero, por lo que prácticamente ninguna actividad sexual puede dañarle con facilidad.

2. El sexo en el embarazo duele

Con frecuencia, uno de los peores enemigos de la satisfacción sexual en la mujer es el temor al daño físico (vaginismo, dispareunia…). En el caso del embarazo, este miedo es aún mayor por el temor añadido a dañar al bebé. Pues bien, he aquí un dato constatado: muchas mujeres han podido comprobar cómo al conseguir eliminar este temor y abrir la mente a nuevas prácticas o posturas sexuales, han conseguido experimentar un orgasmo por primera vez, vivirlo de forma más intensa que fuera del embarazo o incluso tener orgasmos múltiples. Todo ello, además, repercute positivamente en el clima general de la relación de pareja.

3. El sexo en el embarazo provoca el parto prematuro

Tras el coito vaginal, es frecuente que aparezcan contracciones uterinas, pero éstas suelen ser leves y van a desaparecer tras un periodo de tiempo. Estas contracciones se van a producir porque, durante el coito, al igual que ocurre con la estimulación de los pezones, se acelera la producción de oxitocina, hormona inductora de las contracciones, junto con las prostaglandinas. Sin embargo, está constatado que la actividad sexual no adelanta la llegada del parto por tanto, estas contracciones dificilmente van a acabar desencadenando el inicio del parto (incluso cuando estamos cerca de nuestra fecha probable de parto). Las contracciones que se producen por la estimulación del coito y/o la eyaculación de semen en la vagina, suelen ser irregulares y tolerables.

4. El sexo oral u otras prácticas sexuales son peligrosas durante el embarazo

Nada más lejos de la realidad. Especialmente en los últimos estadíos del embarazo (donde puede haber más temor al coito), se presenta la oportunidad perfecta para explorar nuevas sensaciones y descubrir nuevas prácticas sexuales placenteras, a solas o en pareja.

Las terminaciones nerviosas de la mujer están más sensibles. Es el momento perfecto para disfrutar del placentero poder de las caricias, en su sentido más amplio, así como de una sexualidad no exigente y abierta a actividades agradables como baños en pareja, abrazos, masajes sensuales, masturbación, juegos eróticos y de seducción, etc.

El sexo oral puede ser una alternativa, aunque en realidad, las opciones son infinitas, ya que conviene recordar que toda la piel que recubre nuestro cuerpo es potencialmente sensible al placer, y por lo tanto, la totalidad de nuestro cuerpo y, sobre todo, nuestro cerebro, -el gran procesador del placer-, pueden ser considerados erógenos.

En cuanto al sexo anal, no existe contraindicación obstétrica expresa que lo restrinja. Por lo general no suele practicarse durante este periodo por la incomodidad que suele generar la presencia de hemorroides (muy común durante el embarazo) y en el caso de que se practique, se debe realizar siempre con precaución de no realizar coito vaginal después. Esto podría originar una infección por contaminación bacteriana.

Sexo-en-el-embarazo-Matterna-775x515

¿Cuando se desaconseja el sexo durante el embarazo?

Hay situaciones en las que las relaciones sexuales pueden ser perjudiciales para el desarrollo de la gestación o incluso para el propio bienestar del bebé, por lo que éstas deben ser restringidas o limitadas. Algunas de las situaciones más comunes son:

    • Amenaza de aborto (durante el primer trimestre) o historia de abortos de repetición.
    • Sangrado vaginal independientemente del trimestre de embarazo. Se debe determinar cual es la posible causa del sangrado.
    • Ante una fisura o rotura de la bolsa
    • Cuando existe placenta previa parcial o completa, por el riesgo de sangrado.
    • Si se conoce que la pareja tiene una enfermedad de transmisión sexual (dependerá del tipo, aunque siempre es mejor realizar el coito con preservativo)
    • Ante una amenaza de parto prematuro
    • Ante la presencia de dilatación cervical.
    • Días posteriores a una amniocentesis o a otra técnica diagnóstica invasiva.
    • Si existe alguna enfermedad grave de base en la mamá.
    • Cuando el feto no se ha diagnosticado de un crecimiento intrauterino retardado por causa de una insuficiencia placentaria grave.

Puntos clave sobre la actividad sexual en el embarazo

  • En un embarazo sano, sin complicaciones importantes y bien supervisado, puedes tener relaciones sexuales siempre que te apetezca. Sólo en situaciones de alto riesgo, se recomiendan abstenerse del sexo durante el embarazo.
  • La sexualidad no comienza ni acaba con el coito, sino que existen muchas otras maneras de expresión sexual y que el embarazo se presenta como un momento idóneo e interesante para descubrirlas. Es preciso potenciar la creatividad. Hay que recordar los diversos tipos de actividad sexual que existen, como pueden ser el petting, la masturbación, la felación, el cunilingus o el coito, entre otros.
  • No fuerces nunca la actividad sexual: si pasas por una etapa de bajo deseo sexual o éste se reduce debido a las molestias propias del embarazo, aprovecha para realizar actividades (sexuales o no) que te resulten relajantes, placenteras y no exigentes. Esto favorecerá tu bienestar físico y emocional, así como el buen desarrollo de tu bebé. Si tu pareja demanda actividad sexual, exprésale calmadamente tus emociones y preferencias y buscad juntos alternativas placenteras para ambos. La buena comunicación con tu pareja en esta etapa es clave para el óptimo desarrollo de tu bebé.
  • En tus relaciones sexuales durante el embarazo, usa condón si, por cualquier motivo o circunstancia, existe sospecha de que tu pareja pueda haber contraído una enfermedad de transmisión sexual o tengáis relaciones extra-parentales.
  • En la medida de lo posible, cread entornos y circunstancias agradables para una actividad sexual relajada y no exigente: en la bañera, ducha, piscina o jacuzzi, con música agradable, con aromas que os gusten, empleando gel que potencien la sensibilidad al tacto, tras un terapéutico paseo en pareja por la naturaleza, planificando pequeñas escapadas a algún lugar especial, etc.
  • La actividad sexual se puede mantener hasta el final del embarazo sin problemas, siempre que la mujer así lo desee y no exista contraindicación específica.

Acerca de

Soy Irene Bedmar, psicóloga y sexóloga clínica. Te invito a conocer mi actividad profesional como psicóloga y terapeuta sexual, así como a leer apasionantes artículos de psicología y sexualidad en mi blog y conocer mi contribución a la divulgación científica en los medios.

3 comentarios


  1. Embarazo y sexo no están contraindicados de ninguna manera. Muchísimas parejas disfrutan del sexo en esos nueve meses mágicos de gestación y muchísimas mujeres se sienten más sexuales que nunca.

    Todo el cuerpo femenino cambia y la nueva experiencia hormonal hace que la sensibilidad se dispare. Aprovecharlo es algo inteligente y, por supuesto, la información que nos das Irene en tu blog es muy necesaria de cara a erradicar miedos viejos que arrastramos de una época donde se reprimía la sexualidad de las mujeres y la alegría de vivir.

    Gracias por tu blog y te animo a que escribas más sobre esto, un saludo!


    • Gracias por contribuir con tu comentario, Fernando. Una vez más, comprobamos la resistencia de un modelo de sexualidad que, lejos de aportar algo positivo y enriquecedor para las personas, se centra en inculcar el temor y la inseguridad, en este caso, a través del miedo que puede sentir la mujer durante una etapa de su vida que debería ser, ante todo, alegre.

      Afortunadamente, en el otro lado de la moneda existe un número creciente de personas que, en cuanto son conscientes de esta influencia negativa en sus vidas, comienzan a tomar las riendas de su sexualidad y a basar sus decisiones en un criterio mucho más beneficioso: su propia salud emocional, física y mental.

  2. Montse
    |

    Me encanta el artículo, yo en mis embarazos tuve sexo con frecuencia y muy placentero yo lo disfrutaba al máximo. Yo gracias al sexo me puse de parto al sexo ya que estaba cumplida y me lo iban a provocar y no hizo falta. Un articulo muy interesante.

Escribe tu comentario

Esta dirección de correo electrónico no es válida.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.