Cuando hablamos de "salud sexual" no sólo nos estamos refiriendo a los aspectos puramente orgánicos y fisiológicos de nuestra sexualidad, sino que está sobradamente demostrado que nuestros pensamientos y nuestras emociones influyen directamente en nuestro bienestar y rendimiento sexual.
Es un hecho: la confianza hace girar al mundo. Para que la sociedad pueda prosperar, tenemos que confiar en los demás. Pero, ¿cómo confiar en el mundo actual? Indudablemente, vivimos en un mundo bastante complicado por lo que, en ocasiones, nuestra desconfianza está más que justificada. Desafortunadamente, siempre existieron y existirán en nuestra sociedad (especialmente en épocas de crisis) los falsos gurús; es decir, personas que, sencillamente, se aprovechan de otras personas cuando se encuentran especialmente vulnerables a nivel emocional.