De profesión, sexóloga

 
Publicado por Irene Bedmar

Irene, la persona tras el proyecto

 

 

Hola, soy Irene. De profesión, psicóloga y sexóloga clínica. Tal vez acabas de conocerme. Quizá acabas de dar conmigo tras indagar un poco en Google. Probablemente me sigues en las redes sociales o seas mi paciente, pero no has llegado en profundidad a la persona que hay tras El Diván de Irene.

 

Sea cual sea tu caso, GRACIAS por depositar tu confianza en mí y en este proyecto que he ido creando a lo largo de muchos años de formación y experiencia.  Como sexóloga, he invertido la máxima ilusión y el mayor esfuerzo que pienso que merece iniciar un proyecto como este.

 

Mi principal motivación, ayudarte a vivir mejor. Porque pienso sinceramente que todo el mundo tiene derecho a mejorar su calidad de vida al margen de su estatus socioeconómico. Se trata de una cuestión que te corresponde por derecho, por salud, por DIGNIDAD. Porque me he propuesto ayudarte a vivir con mejor salud emocional y sexual. Y, por encima de todo, con mayor aceptación y respeto hacia ti mismo/a.

 

Ya conocéis mejor a la sexóloga. Pero, ¿quién es realmente Irene Bedmar? Para quienes no me conocéis, os diré que desde muy niña siempre sentí una auténtica curiosidad hacia la conducta humana. La pequeña observadora que había dentro de mí pasaba horas observando lo visible, lo aparente. Pero aún desconocía por completo los misterios y la enorme complejidad del cerebro humano.

 

Dejándome llevar por dicha curiosidad, fui conociendo mejor el funcionamiento del cerebro y leyendo todo lo que caía en mis manos acerca de la psicología humana (y no humana). Pasé buena parte de mi juventud entre café y buenos libros, así como disfrutando del hecho de poder conocer a personas muy diferentes.

 

Sí, fui una chica un tanto peculiar en muchos aspectos. Casi siempre prefería un buen libro, una charla productiva con alguien mayor que yo o un programa de radio sobre grandes misterios de la ciencia antes que una discoteca. En muchas ocasiones me he sentido “diferente” a lo largo de mi vida. Sin embargo, dentro de mí, algo me decía que debía seguir mi propio camino y dejarme guiar por mi voz interior. Debo decir que tuve la inmensa suerte de contar con unos padres que jamás me cortaron las alas y que respetaron en todo momento mi personalidad, en ocasiones, «algo díscola» o «poco convencional».

 

La consecuencia fue muy clara: a día de hoy, puedo decir que me siento realmente satisfecha y realizada por haberme “atrevido a ser diferente”. En definitiva, a ser yo misma, con todas las consecuencias positivas que eso conlleva. No es que yo sea especial, ni muchísimo menos, soy perfectamente consciente de mis muchas limitaciones. Tampoco cuento con la fórmula definitiva para la felicidad. Pero estoy convencida de que cualquier persona debería permitirse conocer su mejor versión, potenciando sus virtudes, aceptando sus límites y tomando conciencia de su auténtica identidad y papel en la vida. Y me gustaría animarte a hacerlo.

 

Si mi experiencia vital como profesional de la Psicología y la Sexología, como mujer y como ser humano puede ayudarte, nada me hará más feliz (bien lo saben quienes mejor me conocen). Si me lo permites, voy a darte un primer consejo:

Tu papel en la vida, -si eres de los/as que piensan que lo tenemos- no es crearte una obligación más. Tu papel es que te permitas sentirte lo suficientemente libre como para ser tu mejor versión. Pero para poder lograrlo, tu primera meta es liberarte del enemigo número uno: el miedo a ser tú mismo/a.

 

Esta es mi historia. Si tienes dificultades psicológicas o sexuales y quieres contar con mi asesoramiento, espero que me cuentes la tuya. Te espero al otro lado.  Muchas gracias por tu confianza.

 

Acerca de

Soy Irene Bedmar, psicóloga y sexóloga clínica. Te invito a conocer mi actividad profesional como psicóloga y terapeuta sexual, así como a leer apasionantes artículos de psicología y sexualidad en mi blog y conocer mi contribución a la divulgación científica en los medios.

9 comentarios


  1. Hace 9 años que vivo con mi esposo y se masturba. Quiero saber si es normal y hasta dónde es normal, puesto que a veces me siento mal porque creo que no lo complazco.


    • Hola Nidia:

      La masturbación es completamente normal, es una opción más, sencillamente. Y, por supuesto, es compatible con estar casado o tener relaciones sexuales también en pareja. Tal vez te haya «chocado» porque en ocasiones, la sexualidad del hombre y la de la mujer son particularmente diferentes, esto se hace especialmente visible con temas como el de la masturbación o el deseo sexual en muchos casos. Pero piensa que en la sexualidad (obviamente, siempre que sea dentro del respeto) no hay normas ni hay cosas buenas, malas o anormales, simplemente hombres y mujeres, personas diferentes con diferentes necesidades o preferencias sexuales.

      Si tienes más dudas, te recomiendo solicitar nuestro servicio de CHAT: https://bedmarmartin.opensalud.es

      Muchas gracias, Nidia. 🙂

  2. |

    Presentación escueta inteligente y empatíca .
    Te conozco personalmente , siempre has sido de gran ayuda con tu respuesta acertada en cada momento


    • Hola M.jose, muchas gracias por tu apoyo y seguimiento y bienvenida a la comunidad de El Diván de Irene. Como mujer entregada a mi profesión, mi mayor ilusión es poder servir de ayuda a mujeres como tú. Es un auténtico LUJO contar con personas de tu alta talla humana, siempre aportando una visión constructiva y positiva ante la vida, siempre aprendiendo con cada experiencia y mirando hacia delante. Denota una alta inteligencia emocional y resiliencia. Te mando un fuerte abrazo. 🙂

  3. Andrés
    |

    Buenos días, doctora:

    Me sucede que, desde hace un tiempo para acá, se me hace imposible tener una segunda erección en la noche. Después de hacer el amor con mi esposa, la primera es firme y satisfactoria, pero por más que me lo acaricie, no logro tener una segunda erección. En ocasiones lo consigo pero, al parecer, pierdo el deseo sexual porque nuevamente se me pone flácido. Pensé que podía ser la rutina de la casa, pero cuando estuvimos en un motel sucedió lo mismo. Ella se siente frustrada porque cree que no es buena en la cama y a mí me pasa igual. Estoy perdiendo mi autoestima… incluso trato de evitar como sea esa segunda montada porque sé que no me va a funcionar. Agradezco cualquier ayuda.


    • Hola Andrés, gracias por confiar en El Diván de Irene y bienvenido a nuestro blog.

      ¿Estás teniendo en cuenta que existe el «periodo refractario» en la respuesta sexual masculina? Es decir, que es biológicamente imposible para cualquier hombre adulto tener una erección y una nueva eyaculación tras una eyaculación previa hasta que haya pasado un tiempo que es variable según el hombre. Por tanto, si no estáis dejando pasar el tiempo suficiente y tratas de tener muy seguida la segunda erección/eyaculación, se van a producir un bucle y una dinámica de frustración continuas. (Muchos hombres se confunden con este aspecto de su respuesta sexual porque durante la adolescencia y primeros años de juventud sí que es posible acortar bastante el tiempo entre eyaculaciones y por tanto, mantienen expectativas idealizadas o irreales al respecto, con la consiguiente sensación de frustración).

      Si no es el caso, y sí que estáis esperando el tiempo suficiente (ten en cuenta que muchos hombres pueden necesitar varias horas entre cada eyaculación), entonces te recomiendo solicitar cita para videoconsulta para que podamos evaluar de forma personalizada tu caso y tratarlo con terapia sexual si es necesario.

      ACCESO A MI CONSULTA ONLINE: https://bedmarmartin.opensalud.es

      Gracias, Andrés.

      ¡Saludos! 🙂

    • Brian
      |

      Tuve el mismo problema, con la diferencia que perdí a mi pareja, y estuve a punto de pensar que mi sexualidad estaba equivocada, y pensé en probar otras cosas, fue una locura de pensamiento pero la frustración era muy grande, ya estaba apunto de rendirme, hasta que por fin lo solucioné gracias a El Diván de Irene.

  4. Myriam
    |

    Conozco bien a Irene y su innata empatía, su calidad humana, su dulzura, la sensación de bienestar que produce su sola presencia, su coraje para huir de lo convencional, del camino más fácil, su facultad no solo para acoger y utilizar acertadamente el don de «la diferencia» sino para saber reinventarse a sí misma persiguiendo sus auténticos sueños… De ella aprendí que la mejor forma de «marcar la diferencia» es ser diferente. Y que solo puedes encontrar tu camino siendo fiel a tu auténtica esencia 🙂


    • Muchas gracias por tus preciosas palabras, Myriam. Las mujeres como tú sois las que nos inspiran al resto para hacernos más fuertes ante las adversidades. Te envío un fortísimo abrazo y todo mi cariño. ¡No dejes de seguirnos! 😉

Escribe tu comentario

Esta dirección de correo electrónico no es válida.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.